¿Te has preguntado alguna vez cómo los inversiores profesionales mantienen sus carteras de inversión en equilibrio?
En este artículo, desglosaremos de manera sencilla qué es el rebalanceo de carteras y por qué es esencial para maximizar tus ganancias a largo plazo.
¿Qué es el Rebalanceo de Carteras?
Imagina tu cartera de inversión como un equilibrio entre diferentes activos, como por ejemplo acciones, bonos y oro. Con el tiempo, un activo puede empezar a subir y otro a bajar de manera significativa, hasta el punto en el que tu cartera comenzará a alejarse de la distribución original que habías establecido como objetivo.
El rebalanceo es una táctica de gestión de riesgos que implica comprar y vender activos en tu cartera para restablecer la asignación de activos original.
A continuación vamos a ver dos tipos de rebalanceos: por calendario o por bandas de tolerancia.
Rebalanceo por calendario
Este tipo de rebalanceo es muy sencillo. Simplemente establecemos una fecha y procedemos a reequilibrar la cartera a sus porcentajes originales cuando llegue ese día (por ejemplo a principios de mes, tras cobrar la nómina del trabajo, si vemos que las acciones han superado su asignación prevista, podrías vender algunas para comprar bonos y restablecer el equilibrio deseado).
La principal ventaja de esta estrategia es su simplicidad. Sin embargo, tiende a generar rendimientos inferiores en momentos de fuertes tendencias.
Los partidarios de la estrategia «buy & hold» suelen argumentar que les permite vender cuando los precios están altos y comprar cuando están bajos. Sin embargo, con frecuencias de reequilibrio menores a un año, es posible que no logres aprovechar completamente las fluctuaciones de los diferentes activos.
Además, esta estrategia está sujeta al llamado «efecto suerte», un riesgo que no siempre se materializa. A menudo, no hay diferencia apreciable al elegir un día del año en comparación con otro, hasta que, de repente, ocurre un gran movimiento y la diferencia se dispara (imagina reequilibrar tu cartera justo antes o después de una brusca caída).
Rebalanceo por bandas de tolerancia
En esta metodología, se establece un rango superior e inferior en torno al porcentaje objetivo de cada activo en la cartera y se procede a ajustar la posición solo cuando se supera alguno de estos límites.
Por lo general, estos límites se expresan en términos de porcentajes (por ejemplo, si tengo el objetivo de mantener un 10% en un activo y establezco bandas de +/- 5 %, esto simplica unos límites del 5 % y 15 %).
Las bandas de tolerancia desempeñan un papel crucial al evitar ajustes innecesarios que no afectarían el perfil de riesgo de la cartera y permiten aprovechar las tendencias de precios de los activos de manera más efectiva.
La amplitud de las bandas de reequilibrio tiene un impacto significativo en la rotación de la cartera y en la capacidad de aprovechar las tendencias de precios en los activos.
Si las bandas son más amplias, la rotación de la cartera será menor y se podrán aprovechar mejor las tendencias de precios, aunque esto signifique alejarse temporalmente del perfil de riesgo original. Sin embargo, cuando se alcanzan los límites de las bandas y es necesario reequilibrar, se producirá un ajuste más sustancial en la asignación de activos, lo que implica que el momento del reequilibrio puede resultar en un resultado positivo o negativo.
Un ejemplo de esta estrategia es la recomendación de Harry Browne de gestionar su Cartera Permanente con bandas de tolerancia de +/- 10 % en términos absolutos . Esto significa que los límites de exposición a cada activo, que inicialmente son del 25 %, se sitúan entre el 15 % y el 35 %.
Rebalanceo por bandas + reajustes parciales
El «timing» del rebalanceo es un riesgo que hay que tener en cuenta. Para protegernos contra él, es suficiente diversificar temporalmente los ajustes en nuestra cartera.
Una forma sencilla de lograrlo es combinar bandas de tolerancia con un reequilibrio parcial. En lugar de regresar al porcentaje original, realizamos un ajuste parcial en esa dirección.
Al mantener bandas de tolerancia relativamente ajustadas, el perfil de riesgo de la cartera nunca se desequilibra por completo, al tiempo que evitamos realizar ajustes innecesarios. Los reajustes parciales evitan cambios drásticos en la cartera y conservan la tendencia de los precios de cada activo.
Por ejemplo, podríamos gestionar una cartera con bandas relativas del 20 % y realizar solo un 20 % del ajuste necesario. Si tu asignación original es del 25 %, estableceríamos los límites en el 20 % y 30 %, y al tocar la banda, compraríamos o venderíamos solo un 1 %. Como resultado, la cartera podría pasar mucho tiempo en los límites superior o inferior de su banda de tolerancia en lugar de volver rápidamente al punto medio. Realizaríamos muchos ajustes, pero serían pequeños y solo cuando fueran realmente necesarios.
Sin embargo, esta estrategia tiene algunos inconvenientes. Requiere un mayor seguimiento de la cartera y podría volverse costosa si hay costos fijos asociados a cada operación.
Resumen
En resumen, el rebalanceo de carteras es una herramienta esencial para los inversores que buscan maximizar sus ganancias y gestionar el riesgo.
Si entiendes las bandas de tolerancia y cómo ajustar tu cartera en consecuencia, estarás mejor preparado para enfrentar los desafíos del mercado financiero.